Quedarse dormido mientras se ven las estrellas no es sólo
una experiencia al aire libre, como lo demuestra esta casa en las afueras de
Los Ángeles.
La casa no ha sido planificada respecto de un programa
clásico, sino que responde a los fenómenos físicos que se pueden experimentar
en esa localización.
Colocadas a partir de la ubicación del sitio, cuatro
torres-dormitorios están orientadas hacia experiencias espacio-temporales: la
salida del sol en el este; hacia el oeste las luces de la ciudad durante la
noche, y el cielo encima de la cabeza.
Conectadas a un espacio común, cada una de las cuatro torres
alberga un dormitorio en la planta superior desde el que se puede contemplar el
cielo. Las habitaciones sólo contienen una cama, en un espacio lo
suficientemente amplio para que cada miembro de la familia haga cambios basados
en sus preferencias personales.
A pesar de su semejanza, las torres presentan
particularidades como escaleras de caracol o en zigzag.
La elevación de los
dormitorios altera la sensación de sueño y vigilia, intensificada por los
acontecimientos naturales, incluyendo el movimiento de la tierra y las
estrellas.
El resto de la casa se basa en un programa característico,
dentro de un conjunto que se cierra y se abre dependiendo de las vistas, para
establecer una relación directa hacia la piscina y el paisaje circundante.
FUENTE:noticias.arq.com.mx
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