Las pérgolas son elementos fijos que sobresalen de la fachada de un edificio normalmente más que los aleros. Son permeables a la luz del Sol y, por sí solas, no son un elemento muy eficaz de protección frente a la radiación solar. La clave de las pérgolas está en combinarlas con especies vegetales de hoja caduca que crezcan por toda la extensión de la pérgola. El ciclo de caída de las hojas coincidirá con las estaciones de invierno y verano y así la pérgola será más o menos permeable a la radiación solar según la época del año. En invierno no habrá hojas y dejaremos que el sol caliente el edificio, en verano la pérgola estará repleta de hojas y evitará el recalentamiento de nuestra fachada. Además, durante el día, la vegetación genera un efecto llamado evapotranspiración que, básicamente, resulta en liberar humedad al ambiente cercano, generando una mayor sensación de frescor. Por eso, plantar vegetación de hoja caduca cerca de la fachada de un edificio en climas cálidos es ...